La Quinta de Santa Marinha tiene una rica historia con profundas raíces en la tradición vinícola de la región. El nombre de la propiedad procede de la Capilla de Santa Marinha, uno de los hitos históricos de la quinta. Inicialmente, era un conjunto de campos y bancales que los lugareños llamaban «Quinta do Vale». En aquella época, era atravesada por un sendero público, más tarde sustituido por la carretera que actualmente divide la propiedad en dos partes.
Con el tiempo, la parte donde se encuentra la capilla dedicada a Santa Marinha pasó a llamarse Quinta de Santa Marinha, en honor a la santa que le dio nombre.
Desde sus inicios, la Quinta de Santa Marinha se dedicó a la producción de vinos blancos y tintos. En el pasado, era posible encontrar variedades de uva como Loureiro, Trajadura y Arinto en los blancos, y Borraçal, Espadeiro y Pical Pôlho en los tintos. Hoy, la finca tiene un perfil moderno y renovado, centrado en la producción de vinos de las variedades internacionales Chardonnay y Merlot, reconocidas por su excepcional calidad.
A lo largo de los años, la finca ha experimentado una modernización que preserva su esencia y su conexión con la naturaleza, convirtiéndola en el lugar perfecto para aquellos que buscan relajarse y estar en contacto con el mundo rural.